FISIOTERAPIA ESPECIALIZADA
PARA TU BIENESTAR
Masaje en Clínica Lenira

Clínica Lenira Santolaya

 
 

Nuestras noticias y novedades

 
 

Escoliosis

En la columna vertebral existen algunas curvas que son fisiológicas, normales: en la zona cervical y lumbar es la lordosis; mientras que en la zona dorsal es la cifosis. Estas curvas se disponen en el plano antero-posterior (hacia delante y atrás) de la columna. La escoliosis, en cambio, es una curvatura patológica, anormal, de la columna vertebral cuando se presenta de forma exagerada. Ésta curva se produce normalmente en un plano frontal, provocando una rotación y/o desviación hacia los lados, resultando una curva en forma de "C" o de "S", dando lugar dentro de la curva a una zona cóncava y otra convexa.

La escoliosis con mayor frecuencia afecta a las niñas y empeora durante el período de crecimiento rápido. Se cree que hay un factor hereditario predisponente.

Los tipos de escoliosis, según su causa, son:

  • Idiopática: se desconoce el origen. Es la escoliosis más común, en torno al 80% de los casos. Se divide en 3 subtipos según la edad en que aparece: infantil (antes de los 3 años), juvenil (desde los 4 años hasta los 10 años) y adolescente (desde los 11 años hasta los 18 años).
  • Congénita: aparece por una malformación durante el embarazo. Se produce cuando las vértebras o costillas no se forman correctamente.
  • Neuromuscular o miopática: está asociada a trastornos del sistema nervioso o muscular, por ejemplo: en pacientes con espina bífida, parálisis cerebral, distrofia muscular, polio,...
  • Degenerativa: es la más común en personas mayores, se diagnostica pasados los 50 años, y es debido al desgaste de las vértebras.

La escoliosis provoca deformaciones en:

  • Las vértebras. Tienden a formar una cuña, pudiendo, en el lado cóncavo de la curva, estrecharse los agujeros vertebrales por donde salen los nervios raquídeos.
  • Las costillas. Se deforman por la inclinación de las vértebras: en el lado convexo de la curva se separarn entre sí y en el lado cóncavo se aproximan. 
  • Los discos intervertebrales. En el lado cóncavo se aplastan, mientras que en el convexo se descomprimen.
  • Los ligamentos. En el lado cóncavo de la curva aparecen más engrosados y en lado convexo se encontraran distendidos.
  • Los músculos. Del lado cóncavo se muestran acortados, y en el convexo sobreestirados.

Todo ello provocará un cambio postural, donde encontraremos una cadera y/u hombro  más alto de un lado que otro, una curva inclinada más hacia un lado de las vértebras, dolor de espalda y debilidad de la columna que no permite estar mucho tiempo de pie o sentado. Hay que tener en cuenta también el aspecto físico, que suele afectar a la autoestima del paciente.

Es importante detectarla cuanto antes, para evitar mayores deformaciones que perjudicarían el sistema cardio-respiratorio y dificultarían la movilidad. Los médicos, una vez detectada, suelen volver a examinar el paciente cada 6 meses, para poder controlarla. Hoy en día se hacen exámenes médicos en la mayoría de los colegios públicos, para detectar o prevenir posibles casos de escoliosis.

Los aspectos más importantes que se evalúan son el grado de inclinación, la rotación de las vértebras y la edad de inicio. Ya que cuanto mayor sea el grado de desviación de la columna mayor serán las complicaciones; y si, además aparece en edades muy tempranas, el pronóstico empeora porque, con el crecimiento, la inclinación de la curva tiende a aumentar.

Para poder diagnosticarla se realiza un examen físico. Y para confirmar el diagnóstico se hacen radiografías de la espalda del paciente en bipedestación. A veces, se pide también una resosnacia magnética de la columna. Gracias a la radiografía se puede medir el grado de la curvatura de la columna; esta medición se realiza gracias al ángulo de Cobb. Según este ángulo, la escoliosis puede ser leve (menor o igual a 20 grados), moderada (entre 20 y 35 grados) y grave (a partir de los 40 grados).

En pacientes, con escoliosis leve, se puede detener la desviación con ejericios de espalda y una correcta postura. En cambio, pacientes con una escoliosis moderada, necesitan tratamiento de fisioterapia y, quizás, el uso de un corsé ortopédico. Sin embargo, para un paciente que presente una escoliosis grave, la mejor opción es la cirugía.

Los corsés ortopédicos pueden ser traumáticos para la mayoría de los niños. El uso de ellos es de unas 20 horas al día. Actualmente están realizados con materiales que pesan poco, están adaptados al paciente y se colocan por debajo de la ropa. Su función es mantener la curva para que no empeore a medida que el niño crezca. Igual de importante, que usar el corsé, es fortalecer la musculatura de la espalda; porque, si no, una vez que se retire éste, la curva empeorará. El corsé es retirado por el médico o traumatólogo, de forma progresiva cuando el creciemiento del niño haya finalizado.

Para fortalecer y mejorar la desviación de la escoliosis, la fisioterapia ayuda mucho, ya sea con: ejercicios personalizados de Pilates, ejercicios Klapp, reeducación postural (RNP) o ejercicios de la Escuela de Espalda.

Si la escoliosis es grave, la cirugía es la mejor elección. Esta consiste en colocar tornillos, varillas, alambres e injertos de hueso, para ayudar a corregir y mantener las vértebras en una correcta posición. Después de ésta, el tratamiento fisioterapéutico es esencial, pues le ayudará con los moviemintos de traslado de la cama, caminar, subir escaleras, etc. La actividad en general se limita durante los primeros 6 meses ya que se debe asegurar que la curación está avanzando, la cual no será completa hasta los 2 años.

 

 
 

En Clínica Lenira Santolaya, utilizamos cookies propias y de terceros para analizar el uso de nuestra página web y mostrarle publicidad relacionada con tus preferencias en base al perfil que elaboramos sobre tus hábitos de navegación.
Más información en nuestra política de cookies.