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La fascia plantar es un tejido grueso, fibroso y elástico que va desde el calcáneo hasta los dedos del pie (metatarsianos). La fascia plantar tiene una función muy importante al caminar: es la responsable de mantener el arco plantar, absorber la energía de la pisada contra el suelo y proteger los metatarsianos evitando una flexión excesiva de los dedos.
Cuando este tejido se inflama y/o se acorta se denomina fascitis plantar. Esta inflamación ocurre cuando la fascia se estira o sobrecarga demasiado, dificultando el hecho de caminar. Su síntoma principal es el dolor agudo, que se localiza principalmente cerca de donde se une la fascia al calcáneo, aunque a veces, puede empezar en la parte interna del tobillo.
En fases agudas, el dolor es más intenso por las mañanas, en los primeros pasos recién levantado de la cama (ya que por la noche, mientras dormimos, esta fascia se contrae y se acorta). También se da después de estar largos periodos en pie o sentado, y tras realizar alguna actividad física. La sensación es tipo quemazón y punzadas, que va remitiendo a medida que el tejido se calienta. Podemos observar, también, un enrojecimiento y rigidez en el arco plantar.
En fases posteriores el dolor aumenta en intensidad y tarda más en remitir, dificultando el hecho de subir escaleras.
Ante una lesión de este tipo, lo más importante es diagnosticarla cuanto antes y empezar a tratarla, ya que, a medida que vaya pasando el tiempo, se agudizará cada vez más, hasta limitar el caminar. Se debe realizar un diagnóstico diferencial para poder eliminar otras patologías con síntomas similares, como: espolones calcáneos, bursitis calcáneas, fracturas, atrapamiento de algún nervio, artritis o gota.
La fascitis plantar es la lesión más común entre deportistas (corredores de fondo, jugadores de baloncesto, futbol...) por el exceso de saltos y largas carreras (sobre superficies duras y uniformes) de forma repetitiva. En estos casos los síntomas disminuyen unos minutos después de empezar el entrenamiento; pero a medida que la lesión progrese y no se trate, cada vez resultará más difícil empezar a entrenar, ya que el dolor se prolongará durante más tiempo.
Las causas que pueden provocar la aparición de una fascitis plantar son varias:
En el tratamiento de una fascitis plantar cabe destacar:
El tratamiento puede durar desde varios meses hasta 2 años antes de que los síntomas mejoren. La mayoría de los pacientes se sienten más aliviados en 6 a 18 meses.
Algunos consejos de autocuidado para un paciente que sufre fascitis plantar son:
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